Después de trabajar como cadete en la reconocida Librería Seguí y aprender el oficio, Domingo Fornés inició su propio camino como empresario de la imprenta, con el apoyo siempre incondicional de su esposa. Así nació esta empresa en la ciudad de Concordia, con la familia como cimiento fundacional, algo que se mantiene como pilar fundamental hasta los días actuales.
El 12 de octubre de 1938 la historia de Casa Fornés comenzó en Alberdi 35 con un modesto mostrador y algunos estantes de cuadernos, útiles y otros artículos escolares y de librería. Mientras Domingo se dedicaba a los pedidos de imprenta, sus dos hermanas y su esposa se repartían la atención al público y la administración del local.
Al cabo de tres años la primera mudanza los llevó a Entre Ríos 675. En ese momento, “sus antiguos compañeros de Casa Seguí, por turno, al terminar su horario, iban a trabajar gratis para el amigo. Gratis”, según reza el artículo de la periodista Minguet, en el diario El Heraldo (17 de Octubre de 1988). “Su impulso inicial tuvo el respaldo de los proveedores que le brindaron crédito sin tener garantías y pudo comprar material y máquinas; tuvo el favor del público y su confianza” se puede leer en otro extracto de la nota realizada en el aniversario de los 50 años de la empresa.
CUADRO DON DOMINGO FORNÉS. POR JULIO LAVALLÉN
En el final de la década del ‘40, don Domingo logró adquirir máquinas e implementos de la imprenta de Severo Seguí y con este movimiento selló su afianzamiento en toda la región. Casa Fornés continúo a paso firme en los ’50 y en la década siguiente se produjo la incorporación de sus dos hijos: Luis Alberto y Néstor. La segunda mudanza los llevó a su primer local propio en San Martín 31.
Una nueva etapa de crecimiento se dio a partir del año 1976 cuando inauguran un innovador local para la época en Buenos Aires 314, la otra dirección actual de la entidad. “La gráfica modernizada con equipo Offset, tipiado con Sistema IBM, dibujo, montaje, fotomecánica e impresión con una moderna unidad de industria nipona” según la plumade Minguet.
La llegada de una nueva década trajo aparejada la revolución de la computación a Casa Fornés. Se introdujeron las primeras PC para diseño gráfico, colocándose nuevamente como pionera de las empresas de la zona. Solamente cuatro o cinco empresas de Concordia lo tenían para ordenar los procesos administrativos. En los ’80 se produjo la incorporación de Darío, el hijo mayor de Luis Alberto. Para completar los avances efectuaron la compra de una nueva impresora Heidelberg Kord y una guillotina equipada con un sistema computarizado de corte.
El arribo a la empresa del segundo hijo se decanta en el arranque de los ’90. Ariel regresa de sus estudios en Concepción del Uruguay y empieza a volcar su carrera como Contador al servicio de la familia. A la par se adquiere y se pone en funcionamiento la primera y única máquina procesadora de bobinas de papel para formularios continuos de industria nacional. Este equipamiento se completa con dos impresoras Pack-to-Pack, también de formularios continuos. También se incorpora la primera máquina bicolor de formato 46×64, marca Komori, de origen japonés. Ésta junto a una máquina filmadora colocó a Casa Fornés a la vanguardia en Entre Ríos, al producir sus propios fotocromos. El eslabón final de la década fue pasar a ser Imprenta autorizada por la AFIP, desde el inicio del sistema impuesto por la entidad estatal, en el año 1998.
La empresa timoneó la recordada crisis institucional del país del 2001, gracias al gran stock de mercadería pero debió tomar precauciones de manera “obligada” y no pudo invertir en nuevas máquinas. De todas maneras, al poco tiempo de sorteado el peor momento de la economía nacional, se logra sumar otra unidad japonesa, una Komori S 226. En este caso, una máquina más moderna bicolor, con el mismo formato que la anterior (46×64). Siempre con el objetivo de lograr un mayor servicio para los clientes arribamos a la actualidad con la última y flamante incorporación en el 2012. Una máquina Heidelberg GTO, que viajó desde Nueva Zelanda, de formato 36×59, con numerado simultáneo, de dos colores (bicolor).
A mediados del 2014, se realiza la última mudanza a Buenos Aires 310 con un lujoso y moderno local, que se encuentra al lado de la Imprenta, en el que se inaugura el área de artística.
Solamente una muestra más de la búsqueda de una constante actualización y evolución de nuestra “Casa de Familia con Buena Letra”.